¿No te ha pasado que te sientes incómodo justo antes de hacer algo? Como si una parte pequeña de ti intentara decirte algo, pero tú solo quieres seguir. Eso que a veces llamamos “duda”, “inseguridad” o “tensión”, tal vez no sea tan débil como parece. Tal vez si aprendiéramos a prestarle atención, podríamos evitar decisiones que más tarde lamentaremos.