Cuando Jesús murió, la esperanza murió con él. Nadie planeaba continuar con su movimiento, porque, después de todo, parecía que Jesús no era quien dijo ser. Inmediatamente después de la crucifixión, ya no había cristianos, porque ya no había Cristo. Pero entonces, algo pasó.
El día en que nadie creyó
Cuando Jesús murió, la esperanza murió con él. Nadie planeaba continuar con su movimiento, porque, después de todo, parecía que Jesús no era quien dijo ser. Inmediatamente después de la crucifixión, ya no había cristianos, porque ya no había Cristo. Pero entonces, algo pasó.