Las amistades son cosas poderosas. Son grandes, pero peligrosas. Quitas la guardia con tus amigos. Te preocupas menos, eres menos cuidadoso. Y como resultado, eres fácilmente influenciable, atraído hacia la aceptación que encuentras en ellos. A causa de esta vulnerabilidad, sería inteligente desarrollar “barreras de protección”; no es una cosa fácil, pero podría llegar a ahorrarnos un dolor a futuro.