A nadie le gusta que le digan qué hacer. Y, sin embargo, muchos de nosotros estamos siendo empujados involuntariamente por seis emociones peligrosas.
Parte 2: Culpa
Cuando se trata de la culpa, muchos de nosotros nos inclinamos naturalmente en una de dos direcciones: o nos ahogamos en ella o lo negamos. En cualquier caso, hay una manera de superarlo.
Parte 3: Envidia
La envidia hace que nos comparemos y compitamos con los demás de una manera poco saludable. Trae arrogancia cuando estamos ganando y desaliento cuando no lo estamos. Nos roba la satisfacción y nos hace sentir que estamos persiguiendo el viento. Sin embargo, hay forma de que la envidia no nos domine.